Barro es mi profesión y mi destino
que mancha con su lengua cuanto lame.
Soy un triste instrumento del camino.
Soy una lengua dulcemente infame
a los pies que idolatro desplegada.
que mancha con su lengua cuanto lame.
Soy un triste instrumento del camino.
Soy una lengua dulcemente infame
a los pies que idolatro desplegada.
(Miguel Hernández)
Siento que soy un saco de huesos
que se mezclan con mis miserias,
en la misma proporción
con la que sueño tu cariño
restañando mis dolencias
o descubro el cementerio de besos
que marchita mi inocencia.
En este caminar errante
en busca de la alegría,
las huellas de mi semblante
se arrastran y agonizan
antes de llegar a la otra orilla.
Y aunque me intente salvar
amándote hasta perder la vida,
estos pies de barro no soportarán
ese abismo que se cierne
en el umbral de tu mirada
que me invita a pasar de largo
cuando me ahogo en tu respiración calmada
despertándome de este antiguo letargo.
Y aunque te intente salvar
amándote hasta perderme
en el timbre con el que tu voz me reclama.
Estos pies de barro se desmoronarán
en el vaticinio que concierne
al gesto amable de tus palabras
que ya no me pueden curar;
porque están hechas del mismo barro
que me cubre los tobillos,
en el lecho de los caminos
que me apartan de tus labios.
En un rastro de cenizas
que se confunden con la herida
del amargo peso de la desdicha
con el que fui cavando mi destino
al borde de tu respiración tan blanda
ahogándome sin remedio
en medio de la madrugada.
josé ángel
...y me cuesta escribir la palabra amor
porque el amor es una cosa y la palabra amor es otra cosa
y sólo el alma sabe dónde las dos se encuentran.
(Juan Gelman)
porque el amor es una cosa y la palabra amor es otra cosa
y sólo el alma sabe dónde las dos se encuentran.
(Juan Gelman)