sábado, 26 de enero de 2013

Paseábamos por nuestras calles


   Jugamos con las palabras...

Yo mezo mi lápiz de incienso en cenizas,
dibujando recuerdos de sonrisas,
con sabor a nunca jamás.

Tú andas hilvanando las costuras,
cosiendo el eco de lo que fui
en un rincón de tu cintura.

Voy a tientas por las tuyas como en una sopa de letras,
apartando consonantes, para recrearme en tus vocales.
Te imagino de paseo por las mías,
envuelta por una nube de burbujas
que bailan al son de tus gestos y multiplican tus sonrisas.

   Jugamos con las palabras...

Inventamos perífrasis, algunas ya familiares,
de los barros descritos y los cálidos mares.

Paseamos por nuestras calles, 
nos vemos entre las líneas.
Y nos buscamos en palíndromos escritos en espirales,
que empiezan con una palabra a la vista
y acaban con una mirada al escrito.

Si bien es cierto que yo ya no te leo,
si no más bien que te recito.
Y me va acunando Morfeo
mientras pronuncio tu voz
con estos labios escritos
en burbujas a tu alrededor.

                                                                        
                                            J.angel)




 Creo que habría que inventar
un juego en el que nadie ganara.

(Jorge Luis Borges)

miércoles, 16 de enero de 2013

Exangüe

  
Cada uno se va como puede...
...unos con la luna atornillada en la sangre
y otros sin sangre, ni luna, ni recuerdos.

(Roberto Juarroz)

Se alejó de sí mismo
por un camino sin distancia,
convirtiéndose en peregrino
de una perpetua mudanza,
que llevaba hace ya un tiempo
atornillada en el alma.

Se escapó de su voz, de su nombre...
del eco de una dócil esperanza;
con la jauría de los restos de su mirada
mordiendo con rabia su garganta.

Se fue como pudo,
esquivando los recuerdos
que se clavaban en su espalda;
tiñiendo de incertidumbres
las sombras de la nostalgia.

Se marchó como quien se va
sin volver la vista atrás,
sin temer la lejanía de los besos;
derramando por sus arterias
enhiestas tormentas de versos,
manantiales de melancolía
que fueron desaguando los cielos.

Arrancando así antiguas caricias
y poblando sus manos de invierno.

Se batió en retirada
envuelto en las sedas
de un incombustible silencio.
Sin saber hacia dónde,
sin saber el por qué...
le fue marchitando el viento.

Se alejó de sí mismo
hasta diluirse en la nada,
habitando su cuerpo vacío
sin sangre, ni luna, ni alma. 


                          j.angel..)


No hay grito de dolor,
que no tenga al fin por eco una alegría.

(Ramón de Campoamor)



lunes, 14 de enero de 2013

Ayer te besé en los labios...


Ayer te besé en los labios.
Te besé en los labios. Densos,
rojos. Fue un beso tan corto,
que duró más que un relámpago,
que un milagro, más. El tiempo
después de dártelo
no lo quise para nada ya,
para nada
lo había querido antes.
Se empezó, se acabó en él.


Hoy estoy besando un beso;
estoy solo con mis labios.
Los pongo
no en tu boca, no, ya no...
-¿Adónde se me ha escapado?-.


Los pongo
en el beso que te di
ayer, en las bocas juntas
del beso que se besaron.


Y dura este beso más
que el silencio, que la luz.
Porque ya no es una carne
ni una boca lo que beso,
que se escapa, que me huye.


No.
Te estoy besando más lejos.


                                   (Pedro Salinas)



 
Cada uno se va como puede...
...unos con la luna atornillada en la sangre
y otros sin sangre, ni luna, ni recuerdos.
 
(Roberto Juarroz)

martes, 8 de enero de 2013

El Estrecho del Bósforo (revisitado)



Entre el Mar de Mármara
que esconde tu mirada
y el Mar Negro que anega
todos mis sueños...
se encuentra el Estrecho del Bósforo...


Ese lugar angosto y sinuoso
en el que a veces nos recogemos...




...tu recoges mis pedazos de los suelos.
Mientras tanto, yo recojo tus cabellos...
para ver mejor la luz de tu rostro.

Y me la llevo en un bolsillo a escondidas...
aunque tu lo sepas de sobra y te hagas la distraída.
Porque sabes que es lo único que me queda...
...cuando se me acaba otro día.

Y tan sólo me abraza la espera,
de volver a remendar con esta equivocación
una nueva muerte pasajera.

Quedarme rendido a esta perdición...
a este sin sentido,
de aguardar la nueva resurrección
como algo sucesivo
que mantenga en vilo mis latidos.

Es en el Estrecho del Bósforo...
entre el Mar de Mármara y el Mar Negro
donde llevo ya un tiempo cautivo,
esculpiendo mi sombra de peregrino
con la luz que aún me queda en los bolsillos.

                                                                                  J.angel =)


Todas las grandes pasiones son desesperadas: 
no tienen ninguna esperanza, 
porque en ese caso no serían pasiones, 
si no acuerdos, negocios razonables, 
comercio de insignificancias.

(Sandor Marai)